Parques naturales
Parque de Cristina Enea
Situado en el centro geográfico de la ciudad y rodeado por el río Urumea, Cristina Enea podría considerarse “el pulmón” de la ciudad. El espacio que ocupa fue, en su día, la finca de los Duques de Mandas que, ellos mismos decidieron donar al ayuntamiento para disfrute de todos los donostiarras. Como condiciones, establecieron que no se pudiera edificar en él ni darle un uso diferente al que tenía, además de conservar el nombre de la Duquesa (Cristina Brunetti y Gayoso de los Cobos). Hoy en día, sus casi 100.000 m2 ofrecen varios viales por los que pasear y contemplar una gran variedad de especies botánicas y con la posibilidad de encontrarse con sus famosos pavos reales, que corren libres por el parque.
Accesible a 20 minutos caminando desde Villa Favorita, nos parece un lugar precioso para visitar y desconectar del ajetreo de la ciudad.
Monte Urgull
Mucho más que un parque, el Monte Urgull es el principal testigo de la historia de Donostia – San Sebastián ya que fue el propio monte el que protegía de los vientos del Noroeste a los primeros pobladores que se asentaron a sus pies, hace casi 1000 años.
Con el paso del tiempo, la ciudad creció y el monte se fortificó, convirtiéndose en un enclave estratégico durante los periodos de guerra en Europa.
Pasear hasta su cumbre nos permitirá ir descubriendo los restos de las construcciones de esta época como murallas, el castillo, las baterías de cañones, las atalayas de vigilancia… Y todo ello rodeado de una frondosa y variada vegetación, el inconfundible olor a mar y unas vistas privilegiadas de Donostia – San Sebastián.
Historia, paisaje y una sorprendente tranquilidad a pesar de estar tan cerca del centro de la ciudad, nos hacen comprender el significado gascón de su nombre: Orgullo.
Visible desde Villa Favorita, podremos llegar a una de sus múltiples entradas en menos de 10 minutos a pie.
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